Aunque algunas personas recuerdan su lengua materna tras muchos años e incluso décadas sin hablarlo ni escucharlo, otras empiezan a perder fluidez tras sólo 3-5 años. No se sabe por qué varía tanto dependiendo del individuo, pero según la Dra. Monika Schmid, profesora de lingüística de la Universidad de Essex, Reino Unido, se deben practicar todos los idiomas que se conozcan de forma habitual si se desea conservar cierto grado de articulación.
POR QUÉ SE OLVIDA LA LENGUA MATERNA
No es muy común olvidar una lengua materna por completo. En la mayoría de las ocasiones, el individuo atraviesa una etapa conocida como “atrición de la lengua”, es decir, presenta problemas para recordar determinadas palabras o frases, y podría utilizar estructuras gramaticales incorrectas. La atrición típica se puede corregir, pero dependerá del historial de uso del idioma por parte del hablante. Si una persona ha practicado su idioma nativo de forma sistemática hasta la adolescencia, sería muy fácil revertir este efecto.
Pero a muchos niños que abandonan su país de origen y no suelen utilizar su lengua materna, les podría resultar difícil recordarla cuando sean adultos. Un estudio del 2004 publicado en el Journal of Neurolinguistics, analizó a un grupo de franceses adoptados que dejaron Corea del Sur durante su infancia, cuando tenían aproximadamente 10 años de edad. Ahora, en la treintena, el grupo fue incapaz de identificar el idioma coreano. Es más, tuvieron prácticamente el mismo éxito que los nativos franceses que nunca habían estado expuestos a un dialecto asiático.
Aparte del desuso como culpable común de la atrición, los expertos también creen que el olvido de un idioma nativo puede ser una técnica de adaptación natural para aprender mejor un segundo idioma. Debido a nuestros recursos cognitivos limitados, cuanto más involucrada esté una persona en su segundo idioma, más problemas tendrá para recordar el primero.
“Digamos que después de una década de inmersión en una cultura diferente a la tuya, se puede comenzar a pensar y soñar en el nuevo idioma, aunque es poco habitual” — Dra. Aneta Pavlenko de la Temple University de Filadelfia, en Pensilvania.
Además, las lesiones cerebrales y los traumas psicológicos también pueden contribuir a la pérdida de fluidez en un idioma. Investigadores que estudiaron a judíos alemanes supervivientes del Holocausto, advirtieron que cuánto más trauma hubiese sufrido el sujeto, más notable era su atrición de la lengua.
POR QUÉ ES IMPORTANTE CONSERVAR LAS HABILIDADES LINGÜÍSTICAS
El olvido de la lengua materna puede ser perjudicial a nivel intelectual. Para empezar, el lenguaje y la terminología están en constante evolución. Se crean nuevas palabras, otras se quedan obsoletas, hay cambios ortográficos y los significados pueden variar. Todo esto podría hacer que te quedes desfasado – lo que a su vez haría más difícil la comunicación con los demás y volver a retomar tu idioma. Sin embargo, se cree que olvidar cierta información y recordarla más tarde podría ser positivo, ya que el conocimiento se suele enraizar mejor la segunda vez que se aprende. Además, intentar recordar palabras en un idioma desconocido ejercita el cerebro y mejora la función básica y la memoria a corto plazo.
Hablar varios idiomas también ayuda mucho en el mundo de los negocios. El que solía ser el idioma universal de los negocios, el inglés, está empezando a desaparecer a medida que los mercados se diversifican y crecen en los países en desarrollo. Para solucionar este dilema, las empresas buscan equipos comerciales y de marketing que estén compuestos por empleados multilingües. Los datos también demuestran que los clientes son más proclives a estar satisfechos si se les ofrece apoyo en un idioma que entienden perfectamente, lo que se traduce en una base de clientes fieles y buenas referencias.
CÓMO RECORDAR TU IDIOMA
Si has perdido el contacto con tu idioma nativo y te gustaría encontrar la forma de refrescar tu memoria, prueba estos sencillos pasos para retomar la lengua que hablabas de niño.
En primer lugar, escucha música, ve una película o prueba con audiolibros. Simplemente con escuchar el idioma podrías desenterrar algunos conocimientos olvidados. Después de escuchar un material sencillo y refrescar un poco la memoria, siéntate a estudiar. Entre 15 y 30 minutos diarios pueden hacer maravillas. A continuación, intenta traducir lo que sueles leer, como artículos de periódicos o revistas, entradas de blogs o poesía básica. Y, por último, encuentra a alguien con quien practicar. La comunicación con los demás ayuda a aprender a identificar las diferentes sutilezas gramaticales y pronunciaciones. Es sin duda la mejor forma de perfeccionar tus habilidades. Por no mencionar que tener conversaciones filosóficas con otras personas es la manera más divertida de practicar tu nuevo/antiguo idioma.