La información se asimila más fácilmente cuando está organizada en secciones breves y concisas. Ciertos medios de comunicación, como los libros, organizan sus textos en bloques grandes que contienen miles de palabras sin interrupciones. Pero en internet, especialmente en los artículos de los blogs, se tiende a dividir el texto aproximadamente cada 100 palabras para mejorar su legibilidad y para que tanto los lectores como los motores de búsqueda sepan de qué trata el contenido.
En este artículo explicamos todo lo que debes saber sobre el uso de los encabezados y los subencabezados a la hora publicar artículos online.
¿Qué son los encabezados y los subencabezados de una página web?
Los encabezados y subencabezados de las páginas web tienen dos fines principales:
- Indican a los lectores dónde encontrar determinado contenido, y qué contenido engloba cada sección.
- Tienen valor SEO, ya que informan a los motores de búsqueda sobre los puntos principales de un artículo de blog.
Casi todos los artículos de blog llevan subencabezados. Tenemos un ejemplo justo arriba: “¿Qué son los encabezados y los subencabezados de una página web?”. Los subencabezados organizan el texto de una manera más coherente y asimilable, lo que beneficia tanto a los lectores como a los autores. En el lenguaje HTML hay cinco categorías de subencabezados: H2, H3, H4, H5 y H6. La mayoría de los artículos solo utilizan etiquetas H2 y H3, pero los blogs más elaborados pueden usar más.
En cambio, los encabezados existen de forma aislada, y solo hay uno por artículo; también se conocen como etiquetas H1 y son el título principal. Deben explicar en pocas palabras de qué trata el artículo. Por ejemplo: “Cómo utilizar los encabezados y subencabezados en una página web”.
Los artículos de blog llevan un encabezado (el título) que explica de qué tratan. Los subencabezados se utilizan a lo largo del texto para organizar la información y aportar valor SEO.
Ventajas de los encabezados y subencabezados en los artículos de blog
Los encabezados y los subencabezados son fundamentales para crear contenido online. Tanto los lectores como los motores de búsqueda esperan encontrarlos. Aunque en algunos casos el formato del blog puede resultar restrictivo debido a que ofrece un contenido superficial y abreviado, los encabezados y subencabezados desempeñan funciones importantes.
Proporcionan estructura
Dado que la mayoría de los blogs son informativos y los lectores acuden a ellos en busca de respuestas a determinadas preguntas (y no para sumergirse en una lectura larga y detallada), los subencabezados pueden mejorar en gran medida la estructura del artículo al dividir el contenido en bloques separados y relevantes.
En la ficción y los ensayos se puede proporcionar información en textos largos, pero en los blogs es preferible dividir los artículos en secciones más pequeñas usando subencabezados, permitiendo que los lectores extraigan información clave.
Además, esta estructura les dice a los motores de búsqueda de qué trata el blog y, por lo tanto, puede ayudar a que un artículo tenga un mejor posicionamiento para una determinada consulta de búsqueda.
Aumentan la legibilidad
En un mundo con muy poca capacidad de atención, dividir el contenido en secciones más pequeñas y asimilables aumenta enormemente la legibilidad. Y, para ser honestos, esto no solo tiene que ver con la capacidad de atención.
Leer en pantallas, especialmente de teléfonos móviles, requiere un mayor esfuerzo que leer en papel, por lo que los encabezados y subencabezados pueden mejorar la experiencia del lector en general. Un solo párrafo de texto en una pantalla puede resultar pesado, aunque el mismo texto sea cómodo de leer en una página física.
Mejoran el posicionamiento SEO
El uso inteligente de los encabezados y subencabezados mejora el posicionamiento SEO de varias maneras.
Los encabezados contienen palabras y términos clave que ayudan a los lectores a llegar a tu página e informan a los motores de búsqueda de lo que ocurre en ella. Google, por ejemplo, presta un poco más de atención a las etiquetas H que a los textos normales, y las analiza para ver cómo son de relevantes. Si se usan bien, recompensará a los encabezados bien hechos con mejores ránkings. Pero si se utilizan como meros recipientes de palabras clave y spam, Google lo penalizará incluso más que cuando se usan en un texto normal. Dicho esto, un uso adecuado de palabras clave en los encabezados y los subencabezados es una herramienta SEO muy efectiva.
Los encabezados y subencabezados son fundamentales para crear artículos de blog que resulten interesantes tanto a los lectores como a los motores de búsqueda.
¿Cómo se usan los encabezados y los subencabezados en los artículos de blog?
Usar encabezados y subencabezados no es difícil. De hecho, cuanto más intuitivamente lo hagas, más probabilidades habrá de que funcionen (al igual que los CTA). Si un blog es coherente, los subencabezados surgirán del contenido. De la misma manera, si usas bien los subencabezados, el artículo resultará aún más coherente y ordenado. Si tienes problemas para dividir un texto en secciones claras, podría ser un síntoma de que la idea general del artículo carece de claridad.
Los subencabezados suelen presentarse en texto grande y en negrita, y a menudo (pero no siempre) contienen preguntas. Ayudan a guiar la mirada, la atención y la comprensión del lector.
A la hora de usar encabezados y subencabezados, ayuda pensar en ellos en forma de pregunta. Esto no quiere decir que tengan que ser siempre interrogativos, pero (la mayoría de las veces) deberían ser fáciles de convertir en preguntas. Por ejemplo: “¿Cómo se utilizan los encabezados y los subencabezados en los artículos?” también podría escribirse como “Uso de los encabezados y subencabezados en los artículos”.
Además, merece la pena encontrar palabras clave para asegurarte de optimizar la efectividad SEO de cada H1 y subencabezado. En este artículo, por ejemplo, usamos los términos “encabezados” y “subencabezados” en lugar de “títulos” y “subtítulos” porque son las palabras clave que queremos posicionar.
Cómo usar los encabezados H1
Como hemos mencionado, el encabezado H1 es el título del artículo, por lo que solo hay uno; y deberá ser conciso, claro y contener palabras clave importantes.
La mayoría de los H1 adoptan las siguientes formas:
- Cómo hacer…
- Todo sobre…
- Guía definitiva para…
- Los diez mejores…
- ¿Qué son…
Lógicamente, pueden adoptar otra manera, pero estos ejemplos son los más habituales. Muy a menudo, los H1 son preguntas, ya que es lo que la gente suele buscar y, por lo tanto, coinciden mejor con la consulta de búsqueda.
Pero los H1 también deben ajustarse al artículo y no distorsionarse para que coincidan con la intención de búsqueda, en caso de que no sea así. Hay que mantener su autenticidad.
Cómo usar los subencabezados H2
Los H2 son los subencabezados más importantes, dado que son los que guían al lector, proporcionan estructura al artículo y contienen las palabras clave más importantes. Dividen el texto en secciones importantes, y se pueden considerar como las principales preguntas o los principales puntos. Un artículo podría tener solo etiquetas H2 y aun así resultar claro, coherente y atractivo.
Los H2 pueden contener desde unas 100 palabras hasta alrededor de 1000, dependiendo del tipo de artículo, el público objetivo, y si el H2 está dividido en secciones más pequeñas, como los H3. Lógicamente, no existe una regla fija, sino que deberás ajustarte a las exigencias del texto y de tu audiencia (pero la mayoría de artículos siguen estas pautas).
Cómo utilizar los subencabezados H3
Los H3 dividen los H2 en partes relevantes, lo que principalmente aumenta la legibilidad y la claridad del texto, pero no son fundamentales para su estructura.
Supongamos, por ejemplo, que tienes este H2: “Pros y contras de…”. Técnicamente, puedes simplemente enumerar los pros y los contras, y pasar al siguiente H2. O puedes dividir el H2 en dos H3 distintos, uno para los “Pros” y el otro para los “Contras”.
Esto es más una cuestión de estilo que sirve para dividir el texto haciéndolo más accesible, pero no es esencial.
Otra forma parecida de usar los H3 es dividirlos en información más detallada o compleja. Imagina que tienes el H2: “Breve historia de China”. Salvo que sea sumamente breve, un solo bloque de texto debajo de un H2 seguirá conteniendo un montón de información. Así que, podrías dividir ese H2 en varios H3, como: “Dinastía Xia”, “Dinastía Shang” y “Dinastía Zhou”. Esto, una vez más, ayuda a dividir la información en fragmentos más asimilables.
Cómo usar los subencabezados H4, H5 y H6
Los H4, 5 y 6 son útiles para dividir la información en partes aún más pequeñas, pero generalmente no son necesarios. Si divides demasiado un texto, podría volverse incoherente. Aun así, tienen un fin.
Si, por ejemplo, tienes el H2: “Tipos de subencabezados” y el H3: “Todos sobre los subencabezados H2”, podrías añadir un H4 con “Pros de los subencabezados H2” y otro H4 con “Contras de los subencabezados H2”.
De forma parecida, en el segundo ejemplo anterior podrías dividir aún más el H3: “Dinastía Zhou” en subencabezados H4 con las dos partes de ese periodo: “Periodo de Primavera y Otoño” y “Periodo de los Reinos Combatientes”.
Las etiquetas H5 y H6 son bastante inusuales y no es muy probable que las necesites. Dependiendo de la importancia y la magnitud de la información presentada, podrían ser beneficiosas y, en casos excepcionales, incluso necesarias. Pero en artículos poco extensos es mejor no usar estos subencabezados para evitar que el contenido parezca escaso y reducir la legibilidad.
Las etiquetas H dividen la información en secciones cada vez más específicas, y pueden aumentar la legibilidad y la coherencia del artículo. Pero la información no se debe fragmentar demasiado.
Encabezados: Mejoran el posicionamiento y la experiencia del usuario
Usar bien los encabezados y subencabezados es clave a la hora de escribir un contenido de calidad. Sin ellos, los lectores y los motores de búsqueda no sabrán de qué trata tu contenido ni cómo está estructurado, y se irán a otro lugar.
La buena noticia es que es muy fácil usar los encabezados y subencabezados de manera adecuada, ya que deben surgir de forma natural de una idea coherente, haciendo que lo sea aún más tanto para el lector como para el autor.
