EL ORIGEN DEL BRAILLE
A pesar de su incidencia en la sociedad moderna, la interpretación de textos por medio del braille no fue reconocida por los Estados Unidos y Reino Unido hasta 1932 y 1905, respectivamente. Aunque muchos de nosotros nos hemos topado alguna vez con el braille; en carteles, botones de ascensor, medicamentos, productos alimenticios de consumo habitual, e incluso el nuevo billete de 10 libras esterlinas, el origen de este sistema de comunicación es fascinante y se remonta a principios del siglo XIX. Antes de 1824, ya hubo un intento de desarrollar un método de comunicación para el que no hiciera falta la vista; sin embargo, resultó ser demasiado complicado para poder adoptarse con facilidad.
BASADO EN UN CÓDIGO SECRETO
El error común de complicar demasiado las cosas quedó claro en el caso de la “escritura nocturna”, una forma de comunicación solicitada por Napoleón para que sus soldados pudieran recibir mensajes codificados por la noche, sin hablar y delatar su posición. La escritura nocturna consistía en diferentes combinaciones de doce puntos en relieve, en vez de seis. Este enfoque hizo que incluso las letras o palabras más sencillas fueran demasiado largas para leer con el dedo. El resultado fue un sistema de comunicación no visual que nadie podía recordar, ni siquiera los propios soldados.
Aunque este tipo de escritura cayó en el abandono, sentó las bases de un sistema más sencillo y eficaz ideado por un joven estudiante llamado Louis Braille. Su escuela, el Instituto Nacional para Niños Ciegos, adoptó rápidamente este sistema, que se hizo muy popular de forma lenta pero segura en todo el mundo. Lo más destacable es que Louis solo tenía quince años en aquel momento, y seguramente no fue consciente de cómo su creación llegaría a cambiar el panorama de la comunicación para personas ciegas y con visión limitada a escala mundial.
¿CÓMO FUNCIONA EL BRAILLE?
Ya sabemos cuándo y dónde se desarrolló el braille, pero ¿cómo funciona? Sus iteraciones iniciales eran transliteraciones equivalentes al alfabeto francés; sin embargo, el braille está ahora considerado como un sistema de escritura independiente, gracias a la incorporación de abreviaturas, contracciones, signos de puntuación y marcas de formateo. La variación más utilizada del braille es el Grado 2 (braille condensado), que incluye los aspectos más exhaustivos mencionados anteriormente. El Grado 2 es también el sistema que adoptaron EE.UU. y el Reino Unido a principios de los años 90.
El braille consiste en una serie de seis puntos en relieve, con un total de 64 combinaciones distintas. La posición y el número de los puntos se corresponden con una letra o palabra del lenguaje escrito. Al pasar un dedo sobre este entramado se perciben los puntos y se interpreta su significado. El braille también utiliza puntuación, y su lectura dependerá de si los signos están incluidos antes o después de una letra o palabra. Por lo general, una página en braille mide 29cm x 28cm; la consistencia en el mantenimiento de estas dimensiones garantiza que el tamaño del texto en braille sea el mismo en todo el mundo.
El braille no solo consiste en texto; el sistema ha sido desarrollado para incorporar fotografías, gráficos, líneas y flechas. De hecho, desde su concepción por parte de Louis Braille, ha experimentado numerosas modificaciones para acabar convirtiéndose en la versión moderna que utilizamos en la actualidad.
LA TECNOLOGÍA MODERNA NOS HACE LA VIDA MÁS FÁCIL
El braille, en su sentido tradicional de puntos en relieve sobre un papel especialmente formateado, sigue teniendo un cometido esencial en el desarrollo de la alfabetización escrita. Pero si tienes la suerte de poder acceder a internet, existen varios programas y máquinas que facilitan la lectura y escritura para personas invidentes o con visión reducida.
Existe software que proporciona descripciones sonoras del contenido de una página web, mientras que las máquinas de braille ofrecen pantallas actualizables para que sus lectores puedan interpretar la información online en todo momento. Incluso los smartphones tienen ahora aplicaciones de braille para proporcionar lecturas y comandos de audio, lo que ayuda aún más a las personas con discapacidades visuales. Para quienes estén interesados en aprender braille o en traducir parte de su trabajo, el software traductor de braille transforma el texto tradicional en cuestión de segundos. Y a continuación se descarga la imagen para estamparla en relieve sobre papel para braille.
La siguiente frase: “I love Yuqo” se traduciría como:
⠠⠊⠀⠇⠕⠧⠑⠀⠠⠽⠥⠟⠕⠖
También hay muchas webs que se pueden utilizar para interpretar braille, lo que las convierte en herramientas muy valiosas para escuelas y establecimientos educativos. ¿Por qué no pruebas este servicio para entender mejor el braille? Nunca se sabe cuando podrías necesitarlo.
LA NECESIDAD DEL BRAILLE SIGUE EXISTIENDO
Los avances tecnológicos han hecho que sea más fácil comunicarse; sin embargo, el braille sigue siendo relevante, incluso en un mundo dominado por la comodidad. El braille permite que personas ciegas o con visión limitada puedan comunicarse con la misma eficacia y calidad que a menudo damos por sentado. Proporciona acceso a todo un mundo de información y enseña un nivel de alfabetización muy valioso, sin obstaculizar la capacidad de aprender. La ventaja más importante de esta tecnología es que permite una mayor exposición al braille para todo el mundo, y de esta forma mantiene vivo este sistema de comunicación vital y tan útil para su finalidad.
